jueves, 11 de noviembre de 2010

¿Quién dijo miedo?

Miedos, ¡qué incomprensibles son los miedos!, capaces de lo mejorar lo inmejorable y de estropear lo imperecedero; capaz de romper la fe; capaz de alcanzar lo inalcanzable. El miedo es irracional, no tiene pilares en la realidad. El miedo te envuelve, el miedo se hace presa de ti, el miedo no escapa, se esconde, el miedo es la habilidad de pocos, y el tormento de muchos. El miedo es el titiritero de tus sentimientos, el miedo es la soga que poco a poco te asfixia. El miedo impregna hasta las suelas de los zapatos. El miedo es listo, es preciso, sabe donde hacer daño. El miedo es la cura a la felicidad, el miedo es la llave del pánico, de la sin razón, de la venganza de los sabios. El miedo se escure entre tus ojos, el miedo no se huele se siente, el miedo no se saca con jeringuilla. El miedo es eso que sabes que está, y que se va agarrando a cada palabra más, más y más, y que cuando crees que te ahogas, aún te agarra más, más y más.

El miedo está dentro de uno, el miedo no se cura, se lucha. Y cuando ese miedo sea aniquilado, será un día glorioso.

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