jueves, 24 de marzo de 2011

Complejo de mesías

Últimamente tengo sueños espectaculares, por así llamarlos. Todos giran bajo un mismo supuesto: se destruye el mundo, hay una catástrofe, alguien necesita ayuda u ocurre algo grave en lo que tengo que intervenir. Yo soy la única persona que puede salvar la situación o que sabe cómo intervenir.

La verdad es que no sé hasta qué punto los sueños representan los intereses o las inquietudes de las personas, pero en este caso es verdad. En estas últimas semanas he concluido que tengo complejo de mesías.  Tengo la necesidad imperiosa de salvar el mundo. Por ahora me lo estoy tomando con calma pero, ¿quién sabe en un futuro?

Ahora tengo pequeños proyectos. Más bien son ejercicios puramente académicos que creo que en un futuro  pueden ayudarme a situarme en las altas esferas de los debates que deciden sobre las medidas que hay que tomar. La verdad, decir esto suena realmente presuntuoso, pero es a lo que me quiero dedicar. Si somos casi 7.000 millones de personas en el mundo y como mucho viviré 110 años, siendo muy optimistas, debería empezar pronto. 

Así que mi carrera como filósofo, a no ser que tenga algún contratiempo inesperado, irá encaminado hacia este objetivo.  Si alguien cree que me debo dedicar a otra cosa o que no tengo los mimbres para esta que hable ahora, no vaya a ser que luego sea demasiado tarde. 



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