miércoles, 28 de marzo de 2012

Visión de sí








     El camino de los perdedores está lleno de esperanza.

     Sobre la mesa café, y sobre el cuello las miradas de los espectadores. ¿Qué pasará? No lo sé, pero si tuviera que apostar nunca me dejen fuer, apuesten por mí. ¿Ego? Quizás, pero mezclado de voluntad. ¿Quién mejor que yo sabe lo que puedo dar?, no porque tenga acceso privilegiados a mi mente -Cartesianismo-, sino porque con el tiempo y la experiencia he comprendido hasta cuando puedo seguir caminando -Ryle-. Mírate por donde pisas y cómo pisas; uno aprende cómo mejorar su zancada y cómo llegar más allá del horizonte esperado. Si esto no fuera cierto, ¿Qué mierda hago estudiando filosofía? Las manualidades siempre se me dieron bien, y el inventar cacharrería fue una afición que no ha desaparecido. Pero no, los gadget del pensamiento son ahora mi meta, y el diseño de la maquinaria de lo human mi horizonte particular. 



“No hay mayor perdedor que el que no se conoce, porque nunca sabrá 
lo que puede llegar a ganar”  

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