domingo, 13 de octubre de 2013

San Lucas indignado con la Religión

Lucas, alumno de primero de la ESO de un colegio público de Alcalá de Henares,  escribe una carta a el diario El País para quejarse de las diferencias entre la asignatura de Religión y la de MAE (alternativa de la religión). 

El contenido de la carta lo trascribo aquí: 

Estimado director del periódico "El País":

Mis compañeros de clase y yo nos hemos dado cuenta de que los niños que van a religión, hacen excursiones son nosotros, los de MAE (Medidas de atención educativa o alternativa para algunos)
No sólo eso; además; ven películas, van a ordenadores y van de excursiones a jugar al paintball (guerra de bolas de pintura) , piragüismo, al teatro, al cine...

Mientras tanto nosotros estamos en clase haciendo deberes y dibujando. Por eso, enviamos esta carta mi compañero Guillermo y yo, Lucas, en nombre de todos los de Mae (si no saben lo que significan lo tienen arriba) reclamamos que se equilibren las actividades de Mae y Religión. 
En el colegio, pasaba exactamente lo mismo, iban de excursión, veían películas y jugaban al ordenador...





Creemos que es un "soborno" de la iglesia para que los niños se apunten a religión y elijan el catolicismo. Además, lo hacen para que se apunten y la religión no se "extinga" del colegio. 
Dígame si le parece justo.Dígame, ¿qué tiene que ver el paintball con la religión? (no creo que disparen avemarías).¿Qué tiene que ver el piragüismo? ¿La película de "300" tiene más que con la iglesia o con un acontecimiento histórico?

Propongo que se le den los mismos derechos a los alumnos de Mae (o alternativa) que a los de religión. No digo que quiten religión, ni que les dejen sin excursión pero que por lo menos, los de Mae tengan alguna excursión



Me gustaría recalcar varios aspectos que me parecen dignos de mencionar. Por un lado el uso público de la razón pública. Me explico, este chico a su corta edad ha sabido generar un debate sobre la naturaleza de la educación pública hablando de lo que considera injusto. Primer ejemplo a seguir. Por otro lado, y no menos importante está el tono y la naturaleza de su reivindicación. Lucas comprende a su corta edad que hay juegos de poder que compiten por la educación pública. El delicioso pastel que hay que repartir está llena de manos que quieren su parte, la Iglesia es sin duda uno de esos grandes comensales que tienen que defender su trona. Lucas, en cierta forma, crítica la actitud que toman los planes de estudios de religión católica en la escuela pública, pero en cierta forma, entiende que hagan esas cosas para chantajear a los alumnos. Aquí llega lo que quiero resaltar, él no quiere eliminar los privilegios de los demás, lo que pretende es igualarse a ellos en derechos. Sin dada es una posición reformista y no revolucionaria, pero en los tiempos que corren, ser reformista puede ser el germen de la revolución y este chico a los doce años ya lo está comprendiendo en su día a día. Felicidades Lucas  y Guillermo por vuestra actitud de señalar las partes del sistema con las que no os comprometéis.



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