Unos pasos después de hacer una reflexión como está miro al suelo y encuentro un solitario y valioso billete de diez euros; ya llegan los problemas. No sé si seguir a Jesús, a Buda o a Hume. ¿Quiere decirme ese billete algo?¿Debo ir a cenar al Shangai?¿Es una prueba de Dios para que gaste como debo ese dinero?¿Es un regalo de las Fortunas por mi buen comportamiento?¿Me estoy rallando mucho?
Esto a mi juicio es un claro ejemplo de como nace la superstición, la superchería y en último término las religiones míticas. No le voy a dar tan rápido la razón a Hume, simplemente señalar que realmente por el hecho de encontrarme un billete de diez euros en el suelo en una situación tal, no puedo decir que SÉ que ese dinero tiene un significado, primero con el mundo en general y segundo con la situación en particular. Puedes estar emocionalmente convencido de algo, pero ¿estamos dispuesto a mezclar en una teoría epistemológica las afecciones sentimentales? No tengo respuesta.
Escribo para que no mates a ningún gatito... Es mentira, odio a los gatos. Quiero decir, a todos los gatos que, reales o no, ni son de ficción ni soy yo, por supuesto.
ResponderEliminarSólo decirte que espero que guardes ese billete para convencerme epistemológica y sentimentalmente de que ése es el mejor chino, que la otra vez no me quedó claro.
Besos desde Viena! =)
Por cierto, cambia de captcha, no ha conseguido pararme. ;)
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