El azar de los azares

Nunca he sido muy amigo de los juegos de azar, y espero que nunca caiga presa de ellos, pero hay algo en este tema que se aleja, dentro de lo que cabe, de nuestras posibilidades mundanas. Puede que exista o no el destino, a fin de cuentas qué mas da, creamos o no en su existencia, sea real o no, tenemos que vivir la vida (por favor, el que no este de acuacuerdo con esta última afirmación que no intente contradecirla suicidándose) y hay que tener en cuenta una cosa, que la casualidad, el azar, el destino, nunca existirá si nosotros no lo vivimos y pensamos en ella.

La verdad, es que me inquieta el descubrir que existe un rumbo fijo en la vida, ya predefinido, ya escrito. Por eso siempre uno intenta hacer lo que puede para vivir su propio camino, su propia verdad, porque en esencia nadie sabe qué es la vida con certeza, puesto que nadie conoce qué no es la vida, en otras palabras, la muerte.

A todo esto me gustaría decir desde aquí, que vivamos la vida de la forma más intensa posible, porque los accidentes suceden y como no sabemos nuestra fecha de caducidad, y como todo puede ocurrir en cualquier momento, mejor será que nos hallamos divertido un poco y ser desgraciados, a ser el más rico del cementerio.

Para finalizar me gustaría concluir con unos magníficos versos de mi amigo Antonio Machado que nos podía ayudar a reflexionar sobre el tema.

Caminante, son tus huellas
el camino y nada más;
caminante, no hay camino,
se hace camino al andar.

Al andar se hace camino
y al volver la vista atrás
se ve la senda que nunca
se ha de volver a pisar.

Caminante no hay camino
sino estelas en la mar...

Gracias, espero vuestras opiniones.