Tenemos que situar el gran debate histórico entre razón y conocimiento en la cuna del pensamiento moderno, cuyo cauce principal es el ilustrado. Desde que nace el “saber enciclopédico”, ya se vislumbra de antemano que el pensamiento y el conocimiento serán dos ramas distintas de un mismo árbol.
Partiendo desde Kant nos gustaría compartir un fragmento de “Qué es la ilustración” donde podemos entender cuáles son las bases de la ilustración y así, poder seguir limpiando el camino de polvo.
La ilustración es la salida del hombre de su autoculpable minoría de edad. La minoría de edad significa la incapacidad de servirse de su propio entendimiento sin la guía de otro. Uno mismo es culpable de esta minoría de edad cuando causa de ella no reside en la carencia de entendimiento, sino en la falta de decisión y valor para servirse por sí mismo de él sin la guía de otro. La pereza y la cobardía son la causa de que una gran parte de los hombres permanezca, gustosamente, en la minoría de edad a lo largo de la vida, a pesar de que hace tiempo la naturaleza los liberó de dirección ajena y por eso es tan fácil para otros el erguirse sus tutores. ¡Es tan cómodo ser menor de edad! Sin tengo un libro que piensa por mí, un director espiritual que reemplaza mi conciencia moral, un médico que me prescribe la dieta, etc., entonces no necesito esforzarme.
Si tomamos como mayor virtud el pensamiento libre dentro del ideal ilustrado, lo que está ocurriendo en estos momentos sería el comportamiento más infantiloide que se pueden dar. El depender del pensamiento de otros para que su resultado, un conocimiento utilitarista y depurado, con una finalidad marcada antes de su propia cocción en el cerebro, en el que el objetivo de la sencillez más puramente manejable sólo es digno según Kant, de ser calificada de una actitud pasiva respecto a la vida, cobarde e indiferente.
Porque, en realidad, no se trata de una actitud mejor o peor bajo un baremo moral, no se trata en sí de ser mejor o peor persona, simplemente la sociedad actual, divaga hacia un conocimiento conformista pero aplicable fácilmente, donde no existe el fin de la humanidad sino la justificación de la utilidad desde su misma orilla.
No nos podemos olvidar de decir que este cambio es uno de tantos que se dan en cada momento, pero es nuestro deber decir que se pierde toda noción ilustrada para llevar al frente la bandera wiki, del conocimiento sin motivación, cosa que los organismos de educación, tanto públicos como privados, deberían de tener en cuenta, ya que al ritmo de recopilación y publicación de datos es de más utilidad saber dónde encontrarlos que ser una enciclopedia andante, no podemos meternos el océano en los bolsillos pero si tenemos que saber de dónde poder pescar.
Adiós a la crítica, bienvenido a la funcionalidad. Este cambio, por desgracia bajo los ojos de los ilustrados, el rumbo al que rema la humanidad, nos recuerda demasiado al propuesto por Aldous Huxley en su libro “Un Mundo Feliz”, porque está bien que recopilemos todos los datos, conocimientos y aplicaciones posibles en nuestra vida, pero dejaremos de un lado la herramienta fundamental para conocer la realidad, el pensamiento libre. En cambio, seremos una pieza más en una superestructura totalmente organizada, seremos prácticamente máquinas pero máquinas felices, ¿Debemos permitirlo? Es la cuestión de las cuestiones, sacrificar parte de humanidad a costa del sufrimiento, tentador y aterrador al mismo tiempo, ahora nos toca decidir.
No hay comentarios:
Publicar un comentario