viernes, 22 de enero de 2010

Marchando una de contradicciones...



Si todo fuese una gran verdad o una gran mentira, ¿de qué sirve una contradicción?.


De una contradicción se sigue cualquier cosa, ya sea una verdad, una mentira u otra contradicción, entonces si llegamos a una contradicción, puede pasar ocurrir cualquier situación.

Extrapolando esta idea al pensamiento, me gustaría hacer un ejercicio de autoreciclamiento para intentar llegar a alguna conclusión. Si vemos la importación de la contradicción lógica en nuestro pensamiento lateral, en el principio, de que la creación de contraposiciones nos muestra un primer paso para el acercamiento a una solución, ya sea correcta o no, podemos apreciar lo necesario que es ver las dos caras divergentes de una realidad para poder comprenderla mejor. No es solo hacer un balance de lo positivo y lo negativo, es, desde la mayor prudencia que uno puede tolerar, acuñar la cara y la cruz de una moneda en un mismo plano, sin importar lo que verdaderamente es, porque en esencia nunca lo podremos saber. Una vez hecho esto, el abanico se abre a cualquier podibilidad, teniendo en cuenta, que la conclusión es sólo lo que se sigue de unas premisas válidas.

Tenemos que recapacitar sobre nuestro pensamiento y ver, que según los pilares de la lógica formal, la creación de una contradicción nunca podrá dar una conclusión de dicha lógica, siempre que haya sido formulada en las premisas, pero claro, no estoy aquí para defender lo defendido.

Desde mi punto de vista actual (siempre se construye una torre por la idea de torre) abogo por un pensamiento en las que las premisas sea todo lo posible y lo no posible, para nunca encerrarnos en una realidad finita, con lo que destruyo toda la base de la lógica formal. En otras palabras, que en el pensamiento no haya reglas para no cercar el circulo de la realidad. Tengo que decir en mi contra, que pese a ello, sé que este tipo de pensamiento no es eficaz, a lo que se refiere la construcción un conocimiento aplicado, directo, pero si es de mención apoyar que esta nueva forma de pensar es enigmática en si misma y no pretendo que se comprenda en la sociedad actual, que no voy a entrar a valorar por falta de tiempo.

Es curioso, pero poco a poco me estoy dando cuenta de que me gustan las contradicciones, puede que algún día sea tan bueno y malo a la vez que me convierta en una, espero que ocurra pronto...

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