Hoy he estado pensando en los días que llegas tarde y tienes que coger el autobus urbano. Parece que en esos día son sólo cuando el bus aparece cuando estás doblando la esquina y la parada está a 50 metros. Piensas: " Lo pillo", y tras un momento de vacile sales a correr. Durante el camino ves como se abren las puertas, se baja alguien, y dices: " ¡Mierda!, ya no lo pillo" pero es en ese momento cuando te autoengañas y pegas un acelerón. Luego el autobús sale y ves que se va a para 5 metros más adelante en el semáforo, corres llegas al autobús das unos golpecitos de desesperación a a la puerta y es cuando el conductor te dice: "NOOOOOOO" y te derrumbas...de 10 a 20 minutos más tarde llega el siguiente autobús, esperas cabreado, con cara de tonto, indignado, empieza a pensar: "Si no me hubiera parado a echarme más colonia o no hubiera tenido que volver a por el paraguas". Miras al reloj, lo vuelves a mirar, vas a llegar tarde...
Pues bien, hoy he sido los del otro barrio, los que sí llegan al autobús por suerte, y parada a parada ven como alguien aparece corriendo cruzando la calle pero no le da tiempo a subir y te ríes inevitablemente viendo sus caras de decepción. Supongo que otro día me tocará serlo, pero os invito a que seáis puntuales y oteéis las caras frustradas de las personas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario