jueves, 13 de enero de 2011

CUESTIÓN DE TALLA

Me parece un insulto cuando voy a comprar unos zapatos: le digo que talla uso (14 USA) y se ríen. Y yo, no sé por qué, me río con ellos. Quizás sea una forma de quitarle importancia al asunto, una forma de no querer aceptar la realidad, una artimaña para no sentirme culpable.

Sé que no me puedo cortar los pies -o por lo menos no debería- pero es insultante que alguien necesite algo y no lo encuentre. Y en cambio, que sobre tanto de otras cosas. Me alegro, genial que haya modas y estilos y formas de ser o aparecer, pero no se trata un asunto de moda: es más bien un asunto de necesidad por mi parte (cosa que hasta yo mismo sé que esto no tiene porque ser así) y de rentabilidad del fabricante.

A la hora de comprar Zapatos para mis pies me siento de la misma forma que se siente alguien con una enfermedad excepcional respecto a la participación de una farmacéutica.

1 comentario: