Dos personas, en este caso marido y mujer van al juicio de su hijo adolescente. Ante la previsible oleada de periodistas carnívoros de morbo tapan sus caras, no se sabe si por miedo a las represalias o a su vergüenza. Quizás ambas. "¿Qué hemos hecho para que nuestro hijo acabe así?" Se estarán preguntado paso a paso.
El marido agarra fuerte a su mujer, ambos están solos. Les gustaría salir corriendo, pero no tienen escapatoria, son un toro en una plaza, quizás puedan saltar la vaya, pero nunca saldrán de la plaza, algún guardia civil se encargara de dispararles. Ellos no son los asesinos, e incluso su hijo que ya lo hemos juzgado cada uno sigue con su derecho de presunción de inocencia. Muchos serán los que se refieran que la culpa es suya, que nos lo educaron bien, que si esto que si lo otro. Pero eso es una incriminación barata del conductismo. Los padres seguramente hayan hecho todo lo habido y por haber para educar a su hijo y no se le puede achacar nada respecto el crimen. Pero aun así se les trata como si fuera lo más interesante que pueda grabar una cámara, pero no por ejemplo el vagabundo que vive en un portal al lado de mi casa.
Morbo, actualmente y puede que siempre somos consumidores de morbo, pero ahora el efecto es inmediato. Estos padres, los padres de "El Cuco" uno de los imputados del caso Marta del Castillo son victimas de esta necesidad de consumir información. Y ante todo yo seré el primero que peque de ello, pero es necesario que poco a poco deje malos hábitos de consumo para adelgazar la mente de basura y denunciar poco a poco todo lo que bajo mi corto juicio, considere malo o poco saludable para mi sociedad soñada.
Imagen y noticia sacada de:http://blogs.20minutos.es/ohmyblog/2011/01/25/padres-cuco-marta-castillo/
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