miércoles, 23 de noviembre de 2011

El Incesto, una prohibición constituyente del Ser Humano


El Incesto, una prohibición constituyente del Ser Humano
Por Bartolomé Antonio Cazorla Arévalo

RESUMEN:
En este artículo pretendo profundizar en la idea del Tabú del Incesto en Levi-Strauss, partiendo desde su pensamiento para revalorizarlo con nuevos datos de las ciencias cognitiva y evolutiva, para acabar mostrando la importancia de la prohibición del incesto para la supervivencia de la especie y cómo dicha prohibición configura aspectos básicos de la vida animal.


Levi-Strauss en su obra Les structures élémentaires de la parenté propone que “Las unidades de parentesco […] resultan de la prohibición del incesto y el intercambio de mujeres”(Harris, 1987: 428). Partiendo desde esta posición, la característica subyacente que regula todos los sistemas matrimoniales es resultado directo de la prohibición del incesto, que en todos los casos se articula de la misma forma: “A partir del momento en que me prohíbo a mí mismo el uso de una mujer, que así se convierte en disponible para otro hombre, hay en algún sitio un hombre que renuncia a una mujer, que de ese modo resulta disponible para mí”(Levi-Strauss, 1969: 65) De esta forma, la función de la prohibición del incesto consiste en contribuir el intercambio de mujeres, que a su vez no tendría éxito sin la socialización ni reciprocidad de los grupos. Así “los melanésicos […] pese a lo difuso de los vínculos de consanguinidad dentro dentro de un clan, sus hombres y mujeres de la misma generación se veían como hermanos y hermanas. De ahí que el matrimonio en el propio clan estuviera prohibido, considerándose incesto”(Eliade, 2010: 189), teniendo que buscar matrimonio fuera de su propio clan.

Las intuiciones de Levi-Strauss de establecer unas estructuras básicas inconscientes que subyacen a los fenómenos conscientes1 de todo ser humano con una significación concreta es correcta, en el sentido, en el que hoy podemos afirmar que el Tabú del Incesto es un universal humano y que se encuentra en los mismos pilares constituyentes de la misma especie,2 más allá de cualquier distinción racional que se pueda hacer sobre ello.

Llegados a este punto hay que plantearse una pregunta: ¿cómo distingue nuestro inconsciente quién es mi hermano biológico (con el que sí se cometería el crimen del incesto) de quien no lo es? Edward Westermarck respondió esta pregunta: “como los seres humanos no pueden reconocer a sus hermanos automáticamente, [Westermarck] sugirió que, a lo largo de la evolución, desarrollaron un mecanismo innato cuya función es desalentar al incesto. Este mecanismo operaría provocando en las personas desinterés o aversión hacia las relaciones sexuales con aquellos con quienes han pasado mucho tiempo durante la infancia.[...]. Esta regla predice que, además de entre los hermanos de sangre, tampoco se darán matrimonio entre los amigos de la infancia y hermanastros que han crecido juntos” (Gazzaniga, 2010: 128). Así la psicóloga evolutiva Debra Lieberman “descubrió que sólo había una variable que predecía significativamente el grado de perversión moral que un sujeto atribuiría al incesto de terceros. Era la duración del tiempo, durante la niñez y la primera adolescencia, que se hubiera pasado viviendo bajo el mismo techo con un hermano del sexo opuesto” (Gazzaniga, 2010: 128).

Expuestos estos datos, se puede ver que la misma prohibición del incesto tiene un mecanismo natural que se desarrolla en todos los seres humanos y no sólo como un expresión cultural. Además, los estudios señalan la importancia de la organización del núcleo parental dentro de un grupo, y que de cómo se articule éste, dependerá la aversión natural de mantener relaciones sexuales con nuestros próximos. Así, defiendo que en un primer lugar que existe una prohibición biológica de reproducirse con miembros de tu mismo grupo para asegurar el mayor éxito de supervivencia para la especie, creando la misma evolución de la especie mecanismos para consolidar dicha prohibición. Este principio puede extenderse a la mayoría de seres vivos con reproducción sexual. Un claro ejemplo de esto se da entre los bonobos, que aun teniendo una enorme actividad sexual, discriminan las relaciones sexuales entre madre-hijos; además la hembras adolescentes suelen dejar el grupo del que nacen para unirse a otro y así preservar la diversidad genética.

En un segundo lugar se puede ver que los seres humanos, basados en esta prohibición de base biológica que configura sus relaciones parentales, han creado segundos mecanismos de carácter cultural para garantizar con mayor éxito dicha prohibición. De esta forma, se crea una larga recopilación simbólica, idealizada en los mitos, que constituyen la más profunda base de nuestro pensamiento. En la Biblia podemos ver como Yahveh prohíbe expresamente el incesto: “Ninguno de vosotros se acerque a una consanguínea suya para descubrir su desnudez.[...] Una carne no se fecunda así misma.[...] No os hagáis impuros con ninguna de estas acciones pues con ellas se han hecho impuras las naciones que yo voy a arrojar ente vosotros”(Levítico, 18). Las mitologías occidentales están llenas de referencias al incesto. Así en la mitología griega encontramos por ejemplo a Edipo y Yocasta, Zeus y Deméter o Zeus y Hera, en la mitología egipcia Osiris e Isis y en el Medievo Arturo Pendragón y Morgana.

En conclusión Levi-Strauss acierta con la idea de que la prohibición del incesto configura las unidades de parentesco, pero en vez de atribuirle cierta estructura básica formal subconsciente que delimita las relaciones entre parientes, cosa que es un tanto ambigua y que carece de importancia por sí misma, tubo que haber dado un paso más allá e intentar buscar los mecanismos por los que esa prohibición se articula, en otras palabras, darle contenido real a esas estructuras básicas, idea que considero básica dentro de la argumentación que establece en Les structures élémentaires de la parenté y que no se plantea; cosa que sí han hecho los estudios más receintes que he mencionado y que arrojan más información al debate académico.


Bibliografia Citada:

HARRIS, Marvin (1987). El desarrollo de la teoría antropológica: una historia de las teorías de la cultura.Madrid: Siglo XXI de España.

LÉVI-STRAUSS, Claude 1969.The Elementary Structures of Kinship. London: Eyre and Spottis-woode. 

ELIADE, Mircea (2010) Historia de las creencias y las ideas religiosas. Volumen 4. Madrid: RBA Coleccionables, S.A.

COPLESTON, F (2011) Historia de la Filosofía. Volumen 4. Barcelona: Ariel.

GAZZANIGA. M.S.(2010): ¿Qué nos hace humanos?: La explicación científica de nuestra singularidad como especie. Madrid: Paidós.

LA BIBLIA

1“Las estructuras básicas equivalen a las categorías a priori de Kant. Sólo que no están referidas a ningún sujeto o yo transcendental.” (Copleston, 2011: IX-331)
2Véase el dilema del psicólogo de la Universidad de Virginia Jonathon Haidt en donde plantea a sus alumnos lo correcto de que dos hermanos hayan mantenido relaciones sexuales sin ningún riesgo. https://motherjones.com/files/emotional_dog_and_rational_tail.pdf

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