El
Incesto, una prohibición constituyente del Ser Humano
Por
Bartolomé Antonio Cazorla Arévalo
RESUMEN:
En este artículo
pretendo profundizar en la idea del Tabú del Incesto en
Levi-Strauss, partiendo desde su pensamiento para revalorizarlo con
nuevos datos de las ciencias cognitiva y evolutiva, para acabar
mostrando la importancia de la prohibición del incesto para la
supervivencia de la especie y cómo dicha prohibición configura
aspectos básicos de la vida animal.
Levi-Strauss
en su obra Les
structures élémentaires de la parenté
propone que “Las unidades de parentesco […] resultan de la
prohibición del incesto y el intercambio de mujeres”(Harris, 1987:
428). Partiendo desde esta posición, la característica subyacente
que regula todos los sistemas matrimoniales es resultado directo de
la prohibición del incesto, que en todos los casos se articula de la
misma forma: “A partir del momento en que me prohíbo a mí mismo
el uso de una mujer, que así se convierte en disponible para otro
hombre, hay en algún sitio un hombre que renuncia a una mujer, que
de ese modo resulta disponible para mí”(Levi-Strauss, 1969: 65) De
esta forma, la función de la prohibición del incesto consiste en
contribuir el intercambio de mujeres, que a su vez no tendría éxito
sin la socialización ni reciprocidad de los grupos. Así
“los melanésicos […] pese a lo difuso de los vínculos de
consanguinidad dentro dentro de un clan, sus hombres y mujeres de la
misma generación se veían como hermanos y hermanas. De ahí que el
matrimonio en el propio clan estuviera prohibido, considerándose
incesto”(Eliade, 2010: 189), teniendo que buscar matrimonio fuera
de su propio clan.
Las intuiciones de Levi-Strauss de establecer
unas estructuras básicas inconscientes
que
subyacen a los fenómenos conscientes1
de todo ser humano con una significación concreta es correcta, en el
sentido, en el que hoy podemos afirmar que el Tabú del Incesto es un
universal humano y que se encuentra en los mismos pilares
constituyentes de la misma especie,2
más allá de cualquier distinción racional que se pueda hacer
sobre ello.
Llegados
a este punto hay que plantearse una pregunta: ¿cómo distingue
nuestro inconsciente quién es mi hermano biológico (con el que sí
se cometería el crimen del incesto) de quien no lo es? Edward
Westermarck respondió esta pregunta: “como los seres humanos no
pueden reconocer a sus hermanos automáticamente, [Westermarck]
sugirió que, a lo largo de la evolución, desarrollaron un mecanismo
innato cuya función es desalentar al incesto. Este mecanismo
operaría provocando en las personas desinterés o aversión hacia
las relaciones sexuales con aquellos con quienes han pasado mucho
tiempo durante la infancia.[...]. Esta regla predice que, además de
entre los hermanos de sangre, tampoco se darán matrimonio entre los
amigos de la infancia y hermanastros que han crecido juntos”
(Gazzaniga, 2010: 128). Así la psicóloga evolutiva Debra Lieberman
“descubrió que sólo había una variable que predecía
significativamente el grado de perversión moral que un sujeto
atribuiría al incesto de terceros. Era la duración del tiempo,
durante la niñez y la primera adolescencia, que se hubiera pasado
viviendo bajo el mismo techo con un hermano del sexo opuesto”
(Gazzaniga, 2010: 128).
Expuestos
estos datos, se puede ver que la misma prohibición del incesto tiene
un mecanismo natural que se desarrolla en todos los seres humanos y
no sólo como un expresión cultural. Además, los estudios señalan
la importancia de la organización del núcleo parental dentro de un
grupo, y que de cómo se articule éste, dependerá la aversión
natural de mantener relaciones sexuales con nuestros próximos. Así,
defiendo que en un primer lugar que existe una prohibición biológica
de reproducirse con miembros de tu mismo grupo para asegurar el mayor
éxito de supervivencia para la especie, creando la misma evolución
de la especie mecanismos para consolidar dicha prohibición. Este
principio puede extenderse a la mayoría de seres vivos con
reproducción sexual. Un claro ejemplo de esto se da entre los
bonobos, que aun teniendo una enorme actividad sexual, discriminan
las relaciones sexuales entre madre-hijos; además la hembras
adolescentes suelen dejar el grupo del que nacen para unirse a otro y
así preservar la diversidad genética.
En
un segundo lugar se puede ver que los seres humanos, basados en esta
prohibición de base biológica que configura sus relaciones
parentales, han creado segundos mecanismos de carácter cultural para
garantizar con mayor éxito dicha prohibición. De esta forma, se
crea una larga recopilación simbólica, idealizada en los mitos, que
constituyen la más profunda base de nuestro pensamiento. En la
Biblia podemos ver como Yahveh prohíbe expresamente el incesto:
“Ninguno de vosotros se acerque a una consanguínea suya para
descubrir su desnudez.[...] Una carne no se fecunda así misma.[...]
No os hagáis impuros con ninguna de estas acciones pues con ellas se
han hecho impuras las naciones que yo voy a arrojar ente
vosotros”(Levítico, 18). Las mitologías occidentales están
llenas de referencias al incesto. Así en la mitología griega
encontramos por ejemplo a Edipo y Yocasta, Zeus y Deméter o Zeus y
Hera, en la mitología egipcia Osiris e Isis y en el Medievo Arturo
Pendragón y Morgana.
En
conclusión Levi-Strauss acierta con la idea de que la prohibición
del incesto configura las unidades de parentesco, pero en vez de
atribuirle cierta estructura básica formal subconsciente que
delimita las relaciones entre parientes, cosa que es un tanto ambigua
y que carece de importancia por sí misma, tubo que haber dado un
paso más allá e intentar buscar los mecanismos por los que esa
prohibición se articula, en otras palabras, darle contenido real a
esas estructuras básicas, idea que considero básica dentro de la
argumentación que establece en Les structures élémentaires de
la parenté y que no se plantea; cosa que sí han hecho los
estudios más receintes que he mencionado y que arrojan más
información al debate académico.
Bibliografia
Citada:
HARRIS,
Marvin (1987). El
desarrollo de la teoría antropológica: una historia de las teorías
de la cultura.Madrid: Siglo XXI
de España.
LÉVI-STRAUSS,
Claude 1969.The Elementary Structures of Kinship. London:
Eyre and Spottis-woode.
ELIADE,
Mircea (2010) Historia de las creencias y las ideas
religiosas. Volumen 4. Madrid:
RBA Coleccionables, S.A.
COPLESTON,
F (2011) Historia de la Filosofía.
Volumen 4. Barcelona: Ariel.
GAZZANIGA.
M.S.(2010): ¿Qué nos hace humanos?: La explicación científica de
nuestra singularidad como especie. Madrid: Paidós.
LA
BIBLIA
1“Las
estructuras básicas equivalen a las categorías a priori de
Kant. Sólo que no están referidas a ningún sujeto o yo
transcendental.” (Copleston, 2011: IX-331)
2Véase
el dilema del psicólogo de la Universidad de Virginia Jonathon
Haidt en donde plantea a sus alumnos lo correcto de que dos hermanos
hayan mantenido relaciones sexuales sin ningún riesgo.
https://motherjones.com/files/emotional_dog_and_rational_tail.pdf
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