jueves, 28 de marzo de 2013

Estético andaluz

Sin duda lo andaluz tiene algo propio por la climatología sentimental de su tierra. Un componente de fuerte sol y sonido propio. No soy amigo de caracterizar todos los símbolos de una cultura en un acto, ni tampoco de reducir todo lo andaluz en un andaluz, como si de algo esencial y único se tratara. Sin embargo, hay algo transversal que articula de cierta forma un carácter arraigado a una tradición. La hamburguesa parece que se come al jamón, pero más que conquistados, nos cuidamos en salud y reinterpretamos y aceptamos, a nuestras manera, lo que se podría llamar la americanización del mundo, aspecto muy latino este.

Más que dar doctrina prefiero abrir campo de reflexión, principalmente ante un fenómeno que se ve hoy día en las calles, la Semana Santa. Es una mezcla de estética del sufrimiento para intentar transcender desde lo mundano lo divino y una sobreinterpretación de los sentimientos -algo muy barroco-, una especie de teatro caricaturesco -casi insconsciete- del carácter banal de la vida. Es una apuesta por el sensualismo, dejando atrás todo intento de normatividad, lo religioso-estético (casi mera poesía me atrevería a decir bajo la influencia de Maria Zambrano) se articula en la experiencia del sentimiento, que se justifica en su mismo acto, que se comprende desde él mismo y que intenta romper barreras desde un estadio estético aparentemente ingenuo y carente de transcendentaliad. Quizás sea la clave de un doble movimiento, en donde se mezcla la voluntad en un baile de impresiones y apariencias con una realidad palpitante que el andaluz busca experimentar. La Semana Santa es claro ejemplo de esto, y no sólo en su procesiones -cabalgatas dirían muchos- sino en la forma en la que la familia, prerándose para una penitencia, crea grupo de significado y vive, reviviendo, la pasión de Cristo desde un estado estético material del sufrimiento del Dios hecho hombre. Lo mundano no va al cielo, sino que el cielo siempre estuvo en la misma tierra andaluza, entre sus costumbres, canciones y reproches.


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