miércoles, 3 de septiembre de 2014

Ninguneado, Ninguneando.

Hablo con las entrañas porque ya todo lo tengo roto.

Un juguete se rompe cuando deja de divertir. Demasiado tiempo siendo un juguete. Y entre Barbies y Action Man, ¿dónde queda los ositos de peluche? ¿La "planchita" con la que jugabas?  ¿Las piedras que tirabas a fallar a tu amigo en verdaderas guerras de gigantes? La diversión es cosa seria, pero nadie juega con un juguete roto.

Me preguntan: ¿qué quieres ser de mayo? - ¡ Y yo que sé! Mi huella en el camino siempre es grande, tan grande que las familias enteras comentan sin disimulo lo especial que es ese pie gigante. Pero no hay nada especial en un juguete roto. Los legos siempre me han parecido algo interesantísimo, porque no se rompen ( a ver quién es el guapo que parte una pieza). Se puede romper la estructura, la composición, el orden, la Estrella de la Muerte, pero nunca romperás el juego (a no ser que seas un pirómano) La película de Lego me gustó. Seguir o no seguir las reglas de cómo deben ser las cosas. ¡Qué carajo, a la mierda el orden natural de las cosas! Toda abstracción de la realidad es una simplificación de la misma -vaya lo que acabo de decir- y todo discurso UN discurso. Pretendía ser poeta y acabé licenciándome en Filosofía, y aunque hable en primera persona, hablo de lo  más universal que existe, el dolor, sobretodo aquel dolor del juguete roto, con aquel con el que han jugado a su antojo; manipulado y lanzado, con toda promesa de convertirlo en algo más que un juguete, pero ahí se queda, en la cajita de lo ninguneado. 

No todo el mundo puede soportar la verdad, cuando la verdad está de parto su monstruosidad puede comer toda noción de medida, control, o buen sentido (claro, cómo si hubiera algo así como unas señales de trafico que te indican por donde pisar en cada momento). 

Lo que quiero es que haya primavera. La explosión de vida. Alguien al que quiero, y creo que soy realmente con el único con quien empatiza, dijo que moriría en Verano. No sé hasta qué punto el verano y la verdad tienen algo que ver, pero entre esa luz anaranjada entre campos de pasto seco, se ve el camino que has recorrido, pero nada más.

Te educan para ser alguien, alguien entre alguienes. Que les den por culo. Yo quiero ser nadie; porque somos nadie. Nadie piensa que es nadie y no dejan de ningunearlos. Quiero ser nadie, y en un nadie me convertiré.

Y muchos pensarán qué coño ha dicho este tipo, pero la vida no va de entenderla, mejor me atrevo a darte un consejo: 
Nunca es tarde para decirle te quiero a tus padres, y llorar de la alegría. *

*Siempre y cuando se lo merezcan.  

2 comentarios:

  1. Lo bonito de ser un juguete roto es que quizá un día alguien decida que quiere invertir su tiempo en arreglarte. Entonces serías un juguete seminuevo y con toda la experiencia de un juguete viejo y roto.

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  2. Yo tambien quiero ser nadie, es una reflexión muy buena tio, hacia tiempo que no leía algo con ese carisma. Y si de algo sirve, yo aún tengo juguetes "viejos" que estan como el primer día.

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