Somos existencia, y la manera más primitiva con la que se relaciona el verbo "to be" (ser/estar) es con "to esse"(existir). Hay que anteponer toda existencia a la esencia -esto no tiene quizás por qué ser siempre así, pero si hay que elegir cuál prevalece, es preferible la forma que proponemos-. Si aceptamos que la existencia es lo importante, los derechos ecológicos serían el metaderecho, el derecho que asegura las condiciones naturales para nuestra existencia.
Una vez asegurado nuestras condiciones de existencia, entraría el debate de como deberíamos ser, pero el primer paso es asegura que Gaia no arremeta contra nuestros invernaderos y nos deje sin zumo de naranja por las mañanas, dudo mucho que podamos mudarnos tan fácilmente de nuestra nave galáctica, la Tierra.
Nota: Recuerdo que somos ya unos cuantos de miles de personas en el mundo que hay que tener en cuenta, ahí reside la mayor complejidad del asunto.
Nota: Recuerdo que somos ya unos cuantos de miles de personas en el mundo que hay que tener en cuenta, ahí reside la mayor complejidad del asunto.
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