El Fenix renace de sus propias
cenizas, pero España arde, arde y arde. ¿Cuánto durará esto?
¿Renaceremos? ¿Cuándo? ¿Cómo? ¿A qué precio? No sé cuantos
maderos quedan ya para la candela, pero por lo que se ve la barbacoa
se atisba larga. Cuánto gandul oportunista (zoquete o macabro) se
está comiendo el poco ibérico que nos quedaba. Las salchichas cada
días vienen de más lejos y a precio más alto.
Estamos en la España que arde pero
que no explota y no entiendo por qué no lo ha hecho ya, porque
motivos hay de sobra. Pero, estamos tan atentos a las salchichas que
olvidamos quién las cocina.
-Algo más de salsa barbacoa para los
críos (y un poco menos de crítica en nuestras criaturas).
Panceta salada para el pobre y
militares para los supermercados. Esa es la receta mágica,
condimentada con candados en los contenedores, hipocresía y toreros. España un lugar
perfecto para ir de vacaciones y poco más, que el Ave Fenix se
apiade algo de nosotros y no lleguemos a las cenizas que nos deja un mal sabor de boca.
Pues sí, eso es España.
ResponderEliminarMás nos vale salir huyendo si no estamos puesto a achicharrarnos con ella.
Un beso!! =)