Conferencia de Pedro Ribas Ribas:
Adolfo
Sánchez Vázquez.
El marxismo arranca en
Europa con la Primera Internacional, pero en España los ideales
comunistas no calaron tanto como en otros lugares de Europa, en
cambió España sí simpatizo más estrechamente con el anarquismo.
Los testimonios de su época juvenil caracterizaba a Sánchez Vázquez
como un intelectual que se preocupaba por la teoría con la praxis,
en contra de la acción espontánea y sí como una actividad
programada. Tuvo una vida conflictiva, simbolizada en su exilio a
México por la Guerra Civil. México lo conquistó, tras la
experiencia traumática del exilio, con el tiempo vuelve a enraizar
su vida en otro lugar.
Su obra principal fue
Filosofía de la praxis.
Además escribe muchos apuntes biográficos en toda su vida como
cronista en la Guerra Civil. Fue un marxista educado en el
estalinismo. Su secreto de la energía que desprende su lectura
radica en la entrega que muestra por la causa personal del comunismo
con el dogma de la propaganda difundida de por medio. Su frescura
también nace de una nueva lectura de Marx, propia y con mucha
fortaleza. José Luis Abellán en su obra El exilio
filosófico en America
recoge
a
la
perfección
la
coyuntura
del
pensamiento
de
Sánchez
Vázquez.
En su Filosofía
de la praxis, propone una
acción en el que se supera el idealismo de aquellos que critica las
organización existente, como aquellos que justifica la acción sin
las teorías. Esta idea es sacada delas Once tesis sobre
Feuerbach, en donde en se reivindica el papel del
idealismo.
Las circunstancias y el
miedo hace cambiar los hombres. Además, la educación tampoco
funciona unilateralmente, el educador debe ser educado, el hombre no
solo se adapta al miedo sino que lo transforma para que responda a
fines humanos. La educación no debe ser una parte de la población
que educa a la otra. El hombre trasforma la naturaleza, y el educador
debe aprender del educado porque es una criatura activa y no mero
recipiente vacío. Por tanto defiende la necesidad pedagógica, de un
cambio de circunstancias para que haya un cambio sustancial en la
educación. Las claves para el cambio pasan por una transformación
social, la praxis es revolución reaccionaria. La interpretación
es imprescindible, pero no actuar es dejar las cosas como están, por
ello la teoría debe ir acompañado de acción. Considera que la
filosofía de Hegel es crepuscular, es una reflexión de lo ya
acontecido, mera descripción de cómo funciona la Historia.
El marxismo sacude la
problemática del objeto y la función de la filosofía en la
sociedad, se trata de transformar sorbe la base de una
interpretación, esta no puede ser otra que una científica. El paso
de la interpretación a la acción nos entraña a su vez una
revolución teórica que debe entrar a estudiar el socialismo. La
contraposición de ideología y ciencia recupera el vocabulario de
Althusser.
Un sociedad con una
estructura social de producción y una forma privada de beneficio es
para Sánchez Vázquez una contradicción fundamental de nuestra
sociedad. Además otro aspecto fundamental en su reinterpretación de
Marx es que rechaza la lucha de clases como determinante unilateral
de la historia. El proletariado es el sujeto de la revolución, otra
cosa es el partido. En el Manifiesto Comunista se expone que
habrá “partidos” (en plural) de obreros, no sólo un único
partido obrero monopolizador. En esto la conciencia de clase y el
espíritu revolucionario era monopolio de los partidos totalitarios
que imponían su interpretación marxista -crítica principal a
Stalin, que es a quién se fija y es su mayor influencia pedagógica
cuando se acerca al marxismo-, no existe o al menos no debe existir
un monopolio de la interpretación.
Otro aspecto fundamental
de su obra es una crítica del materialismo dialéctico de cuño
soviético. Puede que la reinventara esta idea después de la ruptura
de la caída del muro de Berlín. Lo que calló con el muro no fue el
marxismo sino el estalinismo. Frente al estalinismo hay que combatir
el dogmatismo cuando él quería monopolizar la interpretación única
de Marx y por tanto la tradición misma. ¿Se podría hablar de un
Vaticano marxista?
Para el exiliado el
materialismo dialéctico es un retroceso sobre la crítica de Lennin
que se recoge en la obra Sobre el
idealismo, en la que se realiza una crítica por la falta
de un principio axiológico fundamental, aquí hace una doble
distinción de praxis: una negativa que sería una parte
burocrática, repetidora y una segunda, ya de orden positivo, una
praxis creadora. Una obra de arte es siempre algo nuevo, en el que
se desarrolla la propia creación. La esfera del arte y de la
praxis, en sentido político, es también creación, construir una
sociedad que no existe con el comunismo, tiene mucho de creación
artista.
El proletariado es el
sujeto de la revolución. La consciencia colectiva de la clase obrera
debe ser apoyada por la teoría. Debería de tener conocimientos de
Marx. Los obreros, dada su situación precaria lo conoce mejor que
los burgueses. La evidencia y el dolor dan la sensación antes que el
conocimiento. La consciencia espontánea de Gramsci de que todo el
mundo es un filósofo, esta concepción popular de la filosofía es
lago diferente. No se puede saber hasta que punto la praxis implica
teoría y al revés, y también cómo la praxis individual tiene que
ver con al de los demás. Esta praxis rebasa la consciencia
ordinaria.
Praxis y filosofía
No solo es una
reinterpretación de Marx lo que propone Sánchez Vázquez, en La
filosofía de la praxis
no sólo encontramos una mera
interpretación -aunque la obra de este sea el hilo conductor-,
tampoco se trata de quedarse en una interpretación académica de
Marx sino presentar que una filosofía nunca se estar conforme con
interpretar. El verdadero objetivo de La filosofía de la praxis
es verse a ella misma reconocida, y el pleno cumplimiento de la
teoría está fuera de ella y mas allá de la teoría. La praxis no
es una actividad teórica, la praxis es algo más, no es simple
consecuencia de una teoría, se trata de una opción explícita
abierta de compromiso con un punto de vista de clases.
La filosofía no es la
complemento a otra cosa, no es sólo análisis de lo que sucede, sino
que también es un intento de transformar lo que ocurre. Sánchez
Vázquez quiere caer en la filosofía como objeto de La
filosofía de la praxis, quiere la unión de
teoría con la práctica. Esto es lo que ocurrió con la obra de Marx
que pasó a ser la guía de acción del corpus de la doctrina
convertida en dogma con el estalinismo.
El papel de los sujetos es
histórico, si se ve el famoso informe de las reformas sociales de
1884, el socialismo viene por necesidad, como respuesta a unas
circunstancias. Si la historia marcha por necesidad, ¿para qué
actuar, si no hay necesidad de intervenir en ello? La ciencia
entonces consiste en saber que lo que sucede es lo que tiene que
suceder, y lo que sucede no dejará nunca de suceder. El conocimiento
humano junto a la historia no es una tarea humana, sino que es un
destino que se cumple inexorablemente. Bajo esta perspectiva el
socialismo viene inexorablemente. El derrumbe del sistema establecido
era más un deseo que una posibilidad.
Sánchez Vázquez propone
que el socialismo es una alternativa viable pera el capitalismo, esto
llega a la conciencia por la historia de la humanidad, no es proceso
natural sino una actividad humana. El hombre puede fracasar en su
intento de llegar al socialismo puesto que depende de él y no del
rumbo de la historia . El socialismo es un proyecto deseable,
valioso, bueno e ideal. Sanchez Vázquez procura un distanciamiento
del positivismo y de filosofía antihumanista .Propone una filosofía
de corte humanista con el que enlaza perfectamente con la
tradición española con figuras como Vives, Gracián o Unamuno. Su
filosofía no es una filosofía encerrada en el ámbito académico
sino una constante mirada a la ciudadanía.
Por último, Sánchez Vázquez establece una relación entre la ingenuidad cotidiana y el análisis teórico. No es fácil sacar a la luz la teoría de Marx, por ejemplo cómo explicar el fetichismo de las mercancías. Lo complicado de la consciencia teórica es que tiene parte de forma compartida con la consciencia cotidiana, encontrándonos de pleno con la problemática de las ideologías. El sujeto activo puede avanzar y luchar contra la (des)información a través de la consciencia de clase, que se establece como un filtro que hace sacar a la luz las contradicciones de nuestra sociedad. ¿Qué nombre tiene esta ciudad de los hombres libres?
Conferencia impartida el viernes 22 de mayo de 2013 en Granada, con motivo de las Jornadas internacionales de Hispanismo Filosófico. Este texto corresponde a las notas tomadas por mi de dichas jornadas.
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